La compañía Boeing Space anunció, en una sorpresiva conferencia de prensa conjunta con la NASA, la decisión de retrasar nuevamente el lanzamiento de la nave Starliner Calypso, en su misión CFT (Crewed Flight Test) que comprende el primer vuelo tripulado de esta nave.
La fecha de lanzamiento para este vuelo de pruebas, integrado por los astronautas Barry Wilmore (comandante) y Sunita Williams (piloto) con encuentro, acople y estadía en la Estación Espacial Internacional, estaba prevista para el 21 de julio, pero fueron halladas no conformidades técnicas durante una inspección de rutina.
Entre las no conformidades se encuentran varias secciones de los paracaídas de la cápsula que no están dentro de los rangos de seguridad y el material de las cintas que ordenan el cableado eléctrico interior es inflamable bajo ciertas circunstancias, algo totalmente inaceptable; la revisión de los paracaídas y el reemplazo de las cintas que agrupan los cables motivarán un nuevo retraso para el lanzamiento de la Starliner Calypso.
Los astronautas de la NASA Wilmore y Williams, continuarán con su entrenamiento de cara al vuelo de pruebas tripulado y posterior reunión con la Estación Espacial Internacional, aunque ahora la fecha de lanzamiento es incierta.
Boeing Space acumula un sinfín de retrasos y dificultades en la puesta a punto de una nave privada que permita llevar y traer astronautas a y desde la órbita baja, algo que su competidor directo, SpaceX, logró hace justamente tres años.
El primer vuelo de pruebas de Starliner, no tripulado, denominado OFT (Orbital Flight Test) había tenido lugar en diciembre de 2019, sin embargo un problema en su reloj de eventos había provocado un encendido erróneo en sus motores y nunca pudo alcanzar a la Estación Espacial Internacional, aunque si pudo aterrizar con éxito en el desierto de Nuevo México.
Finalmente el vuelo de pruebas no tripulado, con acople en la Estación Espacial, se realizó con éxito en mayo de 2022, tras múltiples fallas y cancelaciones, producto de desperfectos técnicos que motivó el regreso de la nave desde la plataforma de lanzamiento a la fábrica para su inspección, estos retrasos motivó un gran enojo por parte de NASA que en aquella oportunidad movió a varios de sus tripulantes al programa Crew Dragon de SpaceX.
Más de un año después de aquel exitoso vuelo de pruebas, Boeing Space no consigue despegar con su programa de vuelos tripulados en su nave privada, los problemas internos de la compañía son evidentes y se ven reflejados en su parte del programa de vuelos comerciales.
El retraso indefinido para los vuelos de Starliner supone un problema para el programa de vuelos comerciales de la NASA, ya que Boeing es uno de los dos pilares donde se basa este programa en el cual, por ahora, solo SpaceX puede proveer sus naves Crew Dragon.
El otro problema son los astronautas que fueron designados a este proyecto, cuyos tiempos para volar se alargaron considerablemente y su experiencia en vuelo resulta necesaria para otros proyectos, eventualmente para Artemis; ante este escenario NASA ya removió a varios de sus astronautas al programa de SpaceX para asegurar experiencia previa necesaria de cara al programa lunar.
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