26 junio 2023

Comenzó CHAPEA la misión simulada a Marte de un año con cuatro participantes.

Desde el día de hoy, y por los siguientes doce meses, cuatro voluntarios seleccionados por la NASA convivirán en un complejo, aislados del resto del mundo, que simulará un hábitat marciano en el marco de la misión análoga CHAPEA (Crew Health And Performance Exploration Analog) destinada a explorar el factor humano en una misión planetaria.

El recurso humano es uno de los factores fundamentales a estudiar a la hora de pensar en colonias en otros planetas, teniendo en cuenta las limitaciones de su hábitat en medio de un mundo hostil como Marte, por ejemplo.

El complejo habitacional de CHAPEA tiene una superficie de 158 m2 y allí convivirán durante un año los cuatro voluntarios, seleccionados de entre más de cuatro mil postulantes para esta misión. Al frente del grupo está la comandante Kelly Hanston, científica especialista en salud, el ingeniero de vuelo Ross Brockwell, el oficial médico Nathan Jones y la oficial científica y microbióloga Anca Selariu. Los Back up son el ingeniero aeroespacial Trevor Clark y la científica Alyssa Shannon.

El hábitat donde convivirán y trabajarán los cuatro astronautas análogos, llamado Mars Dune Alpha, está ubicado en el Johnson Space Center en Houston, Texas y no dista mucho de ser una vivienda común, con cuatro dormitorios, dos baños, living, zona de relax y gimnasio, aunque la superficie del patio trasero tiene tierra roja para dar la idea de estar en otro mundo.


El área de trabajo comprende una granja vertical, para cultivo de vegetales, una sala de procedimientos médicos para monitorear constantemente la salud de los participantes, una estación meteorológica y un sector para realizar caminatas espaciales con realidad virtual.


                             

Con esta misión análoga la NASA busca medir el desempeño del ser humano en un hábitat limitado y por tiempo prolongado, como podría afectarlo física, cognitiva y emocionalmente.

Además de realizar las tareas cotidianas, científicas y de mantenimiento, deberán responder frente a emergencias e imprevistos que el personal de misión les irán presentando de manera sorpresiva, como por ejemplo, cortes de energía, falta de suministros y/o rotura de sensores y dispositivos esenciales.

Un año puede parecer mucho tiempo, pero una misión real tripulada a Marte demandaría una estadía no menor a 21 meses, que es el tiempo en que Marte y la Tierra volverían a estar alineados para emprender un viaje de regreso, por lo que a esta primera misión análoga le seguirán otras de mayor duración.

El camino del ser humano hacia Marte no ha hecho más que comenzar, pero antes habrá que investigar esta faceta, hasta ahora desconocida del desenvolvimiento humano en una eventual misión planetaria, al tiempo que recorre el primer tramo que son las misiones lunares del programa Artemis, el cual promete devolver la humanidad a la Luna para el 2025.

     


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